Se tiene la creencia de que las personas que te quieren no te hacen daño pero a la hora de prevenir maltrato y abuso sexual en contra de los niños, no podemos darlo por hecho porque en el 80 por ciento de los casos de abuso en contra de infantes, los victimarios son personas que los niños conocen e incluso quieren. Pepa Horno, activista española que ha colaborado en programas para prevenir la violencia contra la infancia para Save the Children, Unicef y los Ministerios de Educación, Sanidad y Bienestar Social de varios países de Europa, da algunas señales claras para detectar si tu hijo es víctima de violencia. Explica que cuando un niño sufre maltrato o abuso sexual su conducta cambia repentinamente sin razón aparente, aunque muchas veces no acusan al agresor porque forma parte de la familia o del círculo social cercano. “La clave es que si el niño cambia de la noche a la mañana de una manera abrupta y no hay una explicación aparente como que se ha muerto alguien cercano, que se han cambiado de ciudad, que haya tenido un hermanito; si el niño cambia sin motivo aparente de la noche a la mañana, esa es una mala señal”, explica en entrevista. Enlista por ejemplo los siguientes cambios:

  • Un niño que controlaba esfínteres empieza a orinarse en la cama
  • Uno que dormía bien empieza a tener pesadillas
  • El que comía fenomenal empieza a dejar de comer
  • Y el que iba al colegio sin problemas de repente no quiere ir
  • En caso de detectar alguna transformación importante en la conducta de un niño, el siguiente paso es preguntarle directamente si le pasa algo malo.

“Si tienes alguna sospecha debes preguntarle si le pasa algo, decirle oye cariño ¿te está pasando algo?, ¿tienes algún problema que no me hayas contado?, ¿alguien te está haciendo daño?; “y con un par de frases como ésta el niño lo cuenta porque están deseando contarlo pero muchas veces están muertos de miedo y por eso les cuesta trabajo acercarse para hablar de eso”, abundó. Finalmente Pepa Horno subrayó que es común que cuando un niño señala abiertamente a un miembro de la familia como abusador, sus propios padres no le crean y llamó ante todo a estar alertas a los cambios de conducta y a creer a los niños cuando hacen una acusación explícita.

Paloma Villanueva

06/03/2013